21 jun 2009

papagallo3

Queridos Pandas,
¿queréis saber de dónde venía el graznido que oímos procedente del bosque encantado?.

¡Pues sí, no era otro sino el papagayo de Pandabaeard¡ Pero seguro que os lo habíais imaginado, ¿no?.

¡Sí, el papagayo vivía! Aún … ¡Estaba atrapado en la tela de la araña gigante! Seguro que vosotros también la habéis visto en el boscque encantado. Da bastante asco, ¿verdad?. ¡Y la araña se dirigía directa al papagayo!.

“¡Max, haz algo! ¡No queda mucho tiempo!”, grité a Max presa del pánico.

Pero yo tenía todo bajo control… Je je :)
OK, lo reconnozco, yo también estaba aterrorizado. Pero me acordé de que la araña gigante era especialmente sensible a las cosquillas. Así que empecé a hacerle cosquillas con las plumas del papagayo que encontré por el suelo. Os puedo asegurar que no fue fácil: ¡la araña tenía al menos 6 patas!

Mientras Max distraía a la araña yo aproveché para rescatar al papagayo.

Despúes abandonamos a toda prisa el bosque encantado y corrimos hacia el bar Pirata.

Pandabeard se puso muy contento al volver a ver a su papagayo. En agradecimiento nos invitó a un par de vasos de limonada. Cuando le contamos la historia de la araña gigante con cosquillas se partió de risa. Aunque para mí fue más una historia de terror, no algo tan gracioso. ¿Qué os parece a vosotros?

Aj, tampoco era tan terrible, Ella. Tú estabas conmigo, y yo sabía qué había que hacer :)

Y ahora te crees un héroe, ¿no?. Bueno, la verdad es que fue muy valiente por tu parte.

Lávense bien las orejas,
Max
 y Ella.

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